Dietas sostenibles: Alimentación Complementaria Escolar y Magnificas Andinas. Experiencias desde Bolivia.
En estos tiempos de pandemia con el Corona Virus COVID19 nos preguntamos cuales son los mecanismos de respuesta ante una amenaza imprevisible, que tiene la capacidad de golpear a nivel global y nos preguntamos qué estamos haciendo como humanidad para haber ocasionado semejante desgracia. Nuevamente se pone en evidencia que estamos muy poco preparados para un evento de esta naturaleza.
Nos preguntamos si desde la alimentación, desde una perspectiva sistémica, hay posibilidades para dar respuestas efectivas, disminuir los riesgos y por ende ser más resilientes.
Como en todo abordaje sistémico, existen varios caminos de contribución y nosotros desde el Programa de Alimentación Sostenible SD4All (Sustainable Diets for All) implementado por Hivos[1] y IIED[2], apostamos por un abordaje que invita a la contribución de varios actores a la acción articulada y complementaria.
Alimentación Complementaria Escolar
Hemos visto que un área de alta incidencia está relacionada con la Alimentación Complementaria Escolar (ACE) o, como es llamada en otros lugares, el desayuno escolar, que tiene varios elementos positivos cuando ésta es bien concebida e implementada.
El primer pilar de contribución de la ACE tiene que ver con el aporte a la mejor nutrición de la comunidad escolar tanto a nivel urbano como rural, ya que, en muchos casos, la ACE es la principal fuente de alimentos nutritivos de los niños y jóvenes. Un aspecto fundamental es que la ACE en Bolivia es de carácter obligatorio a nivel de todos los gobiernos municipales y, después de varios años de su implementación, existen muy buenas prácticas de implementación y también existen municipios que no están desarrollando su oferta de manera efectiva ni eficiente.
En los últimos dos años un conjunto de entidades[3] de la sociedad civil, a convocatoria de la Unidad de Alimentación Complementaria Escolar (UNACE) del Gobierno Autónomo Municipal (GAM) de la Ciudad de La Paz, ha apoyado en la sistematización de más de 20 años de trabajo de esta unidad y se cuenta con varios aprendizajes que están listos para ser compartidos con otros municipios.
De la sistematización rescatamos los siguientes aprendizajes:
- Es posible realizar compras de pequeñas unidades productivas que tienen el potencial de ofertar alternativas más locales y nutritivas y que, en gestiones pasadas, no eran potenciales oferentes debido al bajo volumen de oferta o por falta de elementos de formalización. Esta dificultad de pequeña escala ha sido superada por mecanismos inteligentes de compra, como por ejemplo las compras especiales que al principio eran para días festivos en los que la UNACE compra el volumen que el oferente puede ofrecer siempre y cuando cumpla con los requisitos de buena calidad.
- Otra dificultad a la que se enfrentaban las empresas oferentes estaba referida a la modalidad de pago, la cual podía demorar más de tres meses en ser efectiva, limitando a las pequeñas unidades ya que éstas no cuentan con liquidez para hacer frente a esta modalidad de pago. En los últimos años la UNACE ha generado y oferta actualmente un mecanismo ágil de pago que ya no limita la participación de pequeñas unidades oferentes.
- El abordaje integral de la ACE ya que no sólo se limitaron a la entrega de alimentos sino también llevaron a cabo acciones de educación alimentaria a través de su programa Escuela de Gigantes que llega a unidades educativas con mensajes de alimentación saludable y sostenible. También lograron incorporar la producción de alimentos en los predios escolares con huertos que permitieron sensibilizar a la comunidad escolar sobre la importancia del consumo de alimentos más saludables producidos localmente. Lo anterior se complementa con la alianza con Movimiento de Integración Gastronómica y Alimentaria de Bolivia (MIGA) que tiene el potencial de gestionar mejores recetas para la oferta de alimentos.
- Una efectiva y eficiente gestión de las unidades de ACE de los gobiernos municipales permitiría promover circuitos más cortos por la proximidad a sus sectores productivos, e incorporar a más pequeños proveedores provenientes de la agricultura familiar, dinamizando de esta manera economías más pequeñas.
Otra experiencia complementaria es la que se ha realizado con MIGA, en el municipio de Tiawanaku en el que se llevó a cabo el relevamiento del Patrimonio Alimentario del territorio donde las autoridades locales manifestaron su interés y decisión de incorporar todos estos conocimientos en la dotación de la ACE. Esto permitirá que se rescaten conocimientos de producción y elaboración de productos que se estaban olvidando, dinamizando la agricultura familiar y la microempresa de la zona y por ende efectivizando circuitos cortos.
Con estos avances, ahora es posible que la oferta sea más diversa y nutritiva y que se vayan rescatando varios productos que estaban siendo olvidados, como es el caso de las que denominamos las “Magníficas Andinas”.
Las “Magnificas Andinas”
Estos cultivos andinos son granos y leguminosas (quinua, cañahua, amaranto y tarwi) producidas en los territorios de Bolivia, Perú, Ecuador, Chile y Argentina y que poseen características de aporte nutricional espectaculares. Estos productos recuperan los conocimientos ancestrales y tienen el potencial de aprovechar la gran agro-biodiversidad de estos cultivos, ya que, de todos ellos, Bolivia es país centro de origen y estos cultivos tienen una múltiple capacidad de ofertar según su variabilidad tanto elementos alimenticios como nutracéuticos y curativos.
Debido a su gran variabilidad estos cultivos tienen una muy buena capacidad de resiliencia y adaptación al cambio climático y también constituyen un patrimonio de la cultura de los pueblos andinos. El trabajo que se realiza desde el Programa, tiene un abordaje sistémico ya que incluye a varios actores, sectores y diferentes niveles de acción (local y nacional) y cuando es posible se conforman espacios o plataformas multi-actorales. Un elemento esencial es el trabajo inspirado en las voces ciudadanas, esto implica que las propuestas de acción son desarrolladas desde las demandas concretas de los ciudadanos. El contar con las voces ciudadanas permite gestionar procesos de incidencia que cuentan con la legitimidad y demuestren la relevancia y pertinencia de las demandas.
El proceso de trabajo busca la innovación social a través de la aplicación de un enfoque de plataformas multi-actorales que involucran varios sectores, distintos niveles de gobierno, al sector privado, a las organizaciones de productores y a la sociedad civil. En muchos casos nuestros socios juegan el rol de dinamizadores territoriales para generar acciones de acción compartida.
Dentro de los enfoques, también se busca una eficiente y eficaz gestión de conocimientos, fortaleciendo las capacidades de los actores del sistema que intervienen, orientando los resultados para que favorezcan al sistema y a todos los actores para que se de una relación ganar – ganar entre todas las relaciones.
Situación actual
En este momento ya se cuenta con los productos generados con la UNACE del GAD de La Paz y el comité de acompañamiento y se ha planteado una colaboración con varios otros municipios a través de una plataforma y difusores de buenas prácticas.
Por otro lado, también se ha encarado el trabajo con el GAD de Tiawanaku, entidad que tiene toda la predisposición de aplicar los resultados del registro en la ACE de su municipio.
La UNACE ya tiene guías y una plataforma en construcción que nos permitirá difundir conocimientos a partir del trabajo del comité. En Tiawanaku ya se cuenta con el registro de patrimonio agrícola del territorio y todas las autoridades quieren continuar el trabajo.
Se cuenta con el apoyo y acompañamiento del proyecto Back to the Roots implementado en Chile, Perú y Bolivia y que es financiado por el FIDA.
Es de destacar el trabajo con las bases de productores y transformadores (la mayoría mujeres) de las Magníficas Andinas que tienen mucho interés en ser parte de este esquema de trabajo y con quienes se tiene un historial de trabajo de mucho tiempo.
Hacia el Futuro
Con miras a un trabajo futuro, junto a MIGA se plantea sumar todos estos procesos a una iniciativa de turismo gastronómico con base al trabajo en Tiawanaku que se puede complementar con el enfoque Sistemas Importantes Patrimonio Agrícola Mundial o Nacional (SIPAM/N) que veníamos trabajando con el Programa de Biocultura implementado por Prorural y la FAO Bolivia, junto con otras entidades. Para ello se están esbozando oportunidades de iniciativas regionales triangulando con los países de la región andina, la Universitá degli Studi di Firenze (UNIFI) y la Plataforma Diversidad Biocultural y Territorios.
También se puede pensar en futuras alianzas para la generación de una propuesta de dietas andina inspirándonos en las dietas mediterráneas. En el marco de trabajo que se realiza con el proyecto Back to the Roots, que tiene contemplado un curso sobre cocina con base al PAR – Patrimonio Alimentario Regional, se puede fomentar la alianza entre las tres universidades católicas y SUS-TER.
Como se puede apreciar, existe mucho potencial para seguir soñando en acciones sinérgicas y complementación de saberes y capacidades.
[1] Humanist Institute for Cooperation with Developing Countries
[2] International Institute for Environment and Development
[3] Son parte de este comité el Programa de Mercados Inclusivos implementado por Swisscontact, el CODAN – Consejo Departamental de Alimentación y Nutrición de la Gobernación de La Paz, el Programa de Abogacía por la Alimentación Sostenible implementado por UNITAS y MIGA.