La Vicerrectoría de Proyección Universitaria de la Universidad de Caldas, en el marco del Proyecto SUS-TER, cofinanciado por la Unión Europea, realizó entre el 12 y el 16 de abril del presente año, un Laboratorio Territorial (LABTER) que tuvo como sede el Magdalena caldense y como epicentro el municipio de Norcasia.
El Proyecto SUS-TER, en el que participan 8 universidades de 5 países de Europa y América Latina y una ONG con sede en
Francia, tiene como objetivo poner en red conocimientos, habilidades y competencias para una valorización territorial inclusiva
y sostenible del patrimonio cultural, los productos de origen y la biodiversidad. En los cursos de formación han venido participando estudiantes de programas de maestría y operadores territoriales provenientes de distintos ámbitos: agencias de desarrollo y administraciones públicas, comunidades, cooperativas y otras organizaciones campesinas, indígenas y afrodescendientes; grupos de mujeres y jóvenes.
¿Por qué un laboratorio territorial?
El LABTER es un componente del curso de formación de los “dinamizadores territoriales”, cuyo propósito es contribuir a la comprensión de un territorio, a partir del diálogo con los principales actores locales, a través de un intercambio horizontal de
saberes que genere beneficios mutuos, tanto a los estudiantes como al territorio mismo.
Constituye un laboratorio-escuela para conocer experiencias y aprendizajes en campo y muestra caminos para fortalecer redes y diseñar acciones públicas de valorización de los recursos biopatrimoniales y ampliar las capacidades de intervención de sus actores.
¿Por qué el Magdalena caldense y Norcasia?
El Magdalena caldense es reconocido por su riqueza en fuentes hídricas, por su biodiversidad y por el asentamiento de comunidades campesinas pujantes, que han basado su economía en cultivos como café, cacao, caña panelera y pancoger, así como en la ganadería. Pero resulta igualmente cierto que la caída del pacto internacional del mercado del café, en la década del 90,
tuvo gran incidencia en la transformación de las condiciones del territorio. En este escenario de crisis social, institucional y política, el Magdalena caldense se convirtió en objetivo estratégico de los grupos armados al margen de la ley.
Por su parte, Norcasia constituye un nuevo polo de desarrollo gracias a la construcción del proyecto hidroeléctrico Miel I, que se inicia al final de 1997 y entra en operación comercial en 2002. Norcasia se hace municipio, mediante la Ordenanza No. 327 de 1999, y logra su independencia de la cabecera central de Samaná. En esas circunstancias, el mejoramiento fiscal del municipio, gracias a la venta de energía y la generación de empleo, le ha permitido un desarrollo social y económico que se concreta con el inicio y consolidación progresiva de actividades de turismo. La declaratoria del Parque Nacional Natural Selva de Florencia, el 10 de marzo de 2005, como reconocimiento a los excepcionales valores para el patrimonio natural y cultural de la Nación, potencia aún más el proceso, porque al ser el sitio donde nacen las abundantes aguas que alimentan al río La Miel y su trasvase, su conservación posibilita el proyecto hidroeléctrico y las actividades turísticas conexas.
Importante destacar que, el Magdalena caldense ha tenido el privilegio de contar con la presencia activa de la academia. La Universidad de Caldas creó en 1998 el programa de educación ambiental en la zona rural de Samaná; posteriormente creó el Centro Regional de Educación Superior (CERES) del Magdalena Centro y en 2006 el programa de trabajo social, teniendo como sede La Dorada. Por su parte, el IES-CINOC fortaleció la oferta de formación para los jóvenes de la región y generó propuestas de
investigación y extensión con el programa “Jóvenes Gestores de Cuencas”.
Desarrollo del LABTER
Fueron invitados a participar en el LABTER 14 estudiantes: 5 de Colombia, 4 de México, 3 de Italia y 2 de Costa Rica. Por las condiciones de la pandemia, solamente 4 estudiantes pudieron participar de manera presencial y los demás lo hicieron gracias a
la virtualidad.
En los encuentros programados, participaron de manera muy activa tanto el señor alcalde de Norcasia como los secretarios de despacho, así como los actores sociales vinculados a iniciativas de turismo y de producción agroindustrial. Los encuentros permitieron a los estudiantes conocer el estado y la dinámica que tienen los activos del territorio para promover ambas iniciativas, así como los distintos actores vinculados con ellos y su dinámica. Se hizo evidente la importancia del turismo de naturaleza y la dinámica que tiene a partir de los actores propietarios de dichos activos y sus formas organizativas, como las Juntas de Acción Comunal, por ejemplo, el sector gubernamental y las autoridades responsables. Se destaca la entusiasta participación de jóvenes emprendedores que se han convertido en actores clave para alcanzar la visibilidad que hoy tiene el territorio a nivel nacional e internacional.
Se hizo un análisis de la relación económica que se genera entre quienes visitan el territorio con propósitos de turismo y muchos
otros activos que ofrece el territorio, como la gastronomía, los servicios hoteleros, los productos agropecuarios que se les ofrece, etc. Así mismo, se analizaron las relaciones conflictivas que surgen por la utilización de espacios físicos, por la falta de ordenamiento, por la incomunicación que representa el embalse para algunas comunidades, por la falta de garantías para la distribución adecuada de los beneficios que se generan y, obviamente, por el alto impacto ambiental de muchas de las actividades que se realizan y que ponen en peligro la sustentabilidad del proceso y de las mismas comunidades en el territorio.
En relación con las iniciativas agroempresariales, se destaca el ambiente organizativo alrededor de asociaciones de pequeños productores que pretenden agruparse, consolidarse y fortalecerse para facilitar la consecución de apoyos públicos y privados. La producción de alimentos, bajo criterios de asociatividad local y variedad de productos, genera en el territorio un valor “agrosocial” en el que se evidencia el protagonismo de grupos de mujeres y de jóvenes. Estos grupos han sido clave en la consolidación del proceso de valorización del patrimonio biocultural, y también lo han sido la participación, la organización y el liderazgo. En los próximos días, los estudiantes deberán presentar a los protagonistas territoriales sus conclusiones y propuestas para mejorar los procesos de valorización que ya se han iniciado.
El LABTER culminó con un análisis de las implicaciones que tiene para el desarrollo del Magdalena caldense la creación de un Centro de Innovación con sede en Guarinocito con recursos del Sistema General de Regalías, gracias al apoyo de las administraciones municipales y la Gobernación de Caldas. Las actividades de investigación y proyección que se orientarán desde este centro, en una fuerte alianza con los emprendedores y el sector productivo, están llamadas a convertir este vasto y rico territorio en eje para la competitividad nacional. Al mismo tiempo, se analizó la creación de una sede de la Universidad de Caldas en el territorio, la primera que se crea en un ámbito rural, fuera de la capital del departamento. Este hecho histórico constituye la mejor oportunidad para que los jóvenes tengan, en un futuro muy próximo, una oferta presencial y permanente de educación superior con los más altos estándares de calidad.
